MEMORIA DE PARA SIEMPRE Y NATI CRISTO — Mateo Valbuena

Victorica
3 min read2 days ago

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Lo primero que supe de la muestra fue su titulo: Para Siempre, Nati Cristo. me sonaba a una despedida de una carta de amor y una promesa de eternidad con la pintura. Los títulos, como en mi caso, suelen leerse al principio, dan inicio y cobijan la muestra, aportan un sentido o sintetizan. Pero en general se piensan últimos y en este caso el título es siempre último, como una firma que venia detrás mío acompañándome al mirar. Sospecho que si el título me persiguió toda la muestra, no es solo porque sintetiza o aporta sentido, sino porque es del mismo tipo de impulso que las pinturas.

En la primera sala hay tres pinturas con formas geométricas que a primera vista están sobre un fondo, pero hay ciertos lugares de la pintura donde las figuras se funden con el fondo, estas figuras son aglomeraciones de pintura con un límite que puede ser trastocado y expandido, como si la geometría fuera una matriz abierta y reversible que permite el andar de la pintura. Incluso aparecen como construcciones fantasmales sobre una austeridad natural, que deja generosamente ver los primeros pasos de la pintura. Encontrarse con la liviandad de un principio es un placer. Hay un deslizamiento en las pinturas, otro que no es el de la pincelada, y es el movimiento amable, caprichoso, liviano, despreocupado, que da candidez a la sobriedad de la geometría, que usa la geometría como un vehículo.

detalle

La muestra seguía en otra sala. Otras tres pinturas. La de la pared contigua a la sala anterior es geométrica como las primeras, como si se tocara las espaldas con “El ángel” (la más grande de la sala anterior). En frente, una es una especie nueva de florero, aglomerado pero sin articulaciones claras, con flores, hojas y rombos. Flotando, cayendo y subiendo bajo sus propias leyes. Si en esta pintura la geometría ha perdido protagonismo, en la última, los cuadros, triángulos o figuras romboidales desaparecen del todo. Quizás lo más parecido a ellas, por su repetición, son los corazones, que aparecen levemente en todo el cuadro, hechos en las primeras capas, como si fueran la primera línea que se arroja. Siguiendo el recorrido de la muestra, de una sala a otra, las obras se iban desprendiendo de la geometría, con naturalidad, como deslizándose. De la misma manera como se desliza Nati Cristo de una geometría a otra, con la misma suavidad con la que rompe y abre esa falsa matriz.

detalle de otra

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