En el instagram de Bruzzone, digamos su archivo, encontramos miles de recorridas por exhibiciones de arte y más aún de obras registradas en cada una de ellas; videos de visitas en donde conversa con amigxs, artistas y curadorxs. No es de ahora, lo viene haciendo desde los 90 ‘s con unos VHS´s que entre el 94 y el 99 guardaron unas 400 horas de la época-. En su perfil de instagram encontramos casi 3.800 publicaciones de estas características, que van desde el 2016 hasta la actualidad. Con un promedio de 5 minutos cada una, podríamos dimensionar a este período por sus 320 horas de registro.
Gustavo Bruzzone también se desempeña como juez, profesor y coleccionista. Nació en Quilmes en el 58 y desde el 94 empezó a registrar estas tesituras vinculadas al arte en Buenos Aires y alrededores: ya sean visitas, lecturas, activaciones por diferentes galerías, librerías o talleres. Donde lo inviten, estará Bruzzone.
Este itinerario impreciso, en proceso y amorfo, intenta una figuración de los pormenores al ser espectadorxs de estas recorridas virtuales. Mapear un sistema de implicancias sucedidas en esta forma de recorrer exhibiciones.
. Por ejemplo, en “La noche espesa”, de Jaz Kullock en Galería Sendrós, el video entero, o sea la recorrida entera, dura diez minutos. Allí se registraron once obras, además de comentarios con la gente alrededor y particularmente con la artista. Mirar a cámara es una especie de activación del diálogo, a veces solo desde la mirada y otras devenidas en saludos y conversaciones. Los videos de Bruzzone tienen esa variable propositivamente accidentada de ir haciendo conforme se avanza y se filma. No solo se muestran las obras sino también cómo se las miran. En estos videos aparecen otras capas de lectura del acto de visitar muestras. A través de Bruzzone somos visitadorxs de visitantxs, metaespectadorxs que observan observaciones.
. Los videos del archivo son ágiles e interrumpidos; espontáneos, de puro pragmatismo. Retórica del ahora, de lo inmediato, sin decisiones que medien la filmación salvo el propio acto de filmar y recabar la información necesaria para dar cuenta del dónde, el quién, el qué y el cómo.
. Poquísimas veces se oyen valoraciones de Gustavo en sus videos. A lo sumo un `ajam´ u otras onomatopeyas de cordialidad. Esa “neutralidad” es un gesto que no condiciona ni sentencia. Más bien deja, abre, habilita. Al respecto, se preguntaba Gaspar, si emitir o no juicio sea una variable vinculada a su profesión; como una metonimia, en donde no expresar juicios de valor tuviese una especie de anclaje en su desempeño como juez de la nación.
. Este archivo tendría margen para la eficacia y la ocurrencia porque hace viable la posibilidad de recorrer una muestra en situaciones fortuitas: al momento de comer, desde la cama antes de dormir o incluso desde el baño encarando la jornada. Es parte de la singular puesta a disposición, o sea la entrega con la que se constituye la identidad de este archivo. Conversábamos en el taller de Juan que las prácticas de un archivo suponen, muchas veces, ir hacia él, cruzar alguna puerta, abrir algo, apoyar una cosa sobre otra. Cosas de la materia y el espacio. Pero acá no, esa lógica se ve invertida y el archivo viene hacia nosotrxs. Está en nuestros bolsillos en forma virtual, visible bajo la demanda de conectividad.
. Gustavo sería una especie de cronista de las muestras y el archivo una serie de crónicas que se pueden circunscribir en la rutina junto a las actividades más caseras y mundanas.
. Estos videos son una forma espectral de visitar muestras. A favor de esto, como un hábito y ya, pensando en el espectro como aquello del orden de la segunda vez, de la sombra, de la huella, del residuo, de lo que queda de otra cosa y dar lugar a que suceda una nueva cosa.
. Miro estos videos generalmente estando quieto, en el sillón de casa, un espacio de reclusión, sin salir, sin entrar. Un estado de reposo que no traza trayectorias ni socializa con nada ni nadie, más bien solo con el momento y el ambiente.
. Ir a muestras demanda una serie de situaciones del orden del transeúnte: caminar por la calle, tomar un subte, subirse a un colectivo, perderse, buscar en el mapa. Comúnmente es al salir del laburo para entrar después en lugares que la ciudad provee: algún cafetín, antros, ferias, galerías. Un vaivén de trayectorias suplidas por las recorridas de Bruzzone. Acá, no sería excluyente entrar ni salir para poder dirigirnos a un lugar. Algunos supuestos de ir a una muestra se escurren cuando la visita sucede virtualmente. Unx se acomoda de otra forma, con otro comportamiento, en otro emplazamiento, bajo otras formas de enunciación. Todas esas “otras cosas” permitirían imaginarnos una reconfiguración de las facultades sensibles: se trataría entonces de otra forma de mirar, de moverse, atender o desatender a todo lo que transcurre en esos momentos. Otra forma de habitar exhibiciones. Otra legislación de la experiencia.
. “Visitar” desde el archivo frecuentemente sucede en escenarios domésticos. Cuando voy a una exposición mirando los videos de Bruzzone TV, mi casa está presente y parece volverse una fábrica / desarmadero de impresiones y sentidos. Estoy yendo a una muestra desde y con mi casa. Similar a las prácticas de la cuarentena donde el hogar era todos los lugares en un solo lugar. Casa laburo, casa taller, casa sesión de terapia y también casa exhibiciones de arte. Todas esas calles condensadas en un cuarto, un escritorio. Muchos metros cuadrados de superficie en una pantalla.
. Cuando lxs espectadorxs que Bruzzone filma miran obras, ocurren miradas múltiples. Como incompletas pero en proceso. Distraídas y singulares pero mezclables.
. Alguna vez le negaron el registro a Gustavo a fin de no perder concurrencias de forma presencial y creo que esa postura está pifiada, que es un descuido. ¿Supondrán que este archivo sustituye la presencialidad y que esto es síntoma de una falta mayor? Intentaría pensar al revés y considerar que nada reemplaza a nada en su totalidad. A su vez, pareciera que el Archivo no supone tales pretensiones; el mismo Gustavo dijo entre cafés, no tener idea de los devenires posibles de este archivo.
. Con estas recorridas publicadas en Instagram, los recortes de lo que sucede en Buenos Aires y el arte que la regodea están más cerca de la rutina y la retina; parecieran ser resultantes de la mezcla entre un registro sistemático (Bruzzone filmando), un dispositivo móvil y una forma de consumo (redes sociales).
. El otro día fui a lo de mi vieja y recorrimos como cinco visitas seguidas. El celular fue la puerta de entrada a las galerías, se apoyaba en la panera y las recorridas se fundían parcialmente entre las narrativas y prácticas rutinarias. Si bien el triunfo de esta convivencia -entre exhibiciones y ámbito doméstico- era provisorio, tal aproximación de mundos fue enaltecedora y afectiva.
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